sábado, 19 de enero de 2008

El amor

AROMA

Tu seda tibia
emana para mí
el halo de un deseo.
Porque bien me inspira el vuelo
y tan cerca de ti,
mi estrella nívea.
Fugaz envidia
corre traviesa, aquí,
entre mis dedos ciegos.
Pues me cazas, no te tengo,
embriagándome, sí
mi eterna orquídea.

SINFONÍA

Bailar, mecerme en tu boca,
ese es mi único hogar
donde tu alma cante
cinco notas,no más
para ser real
en tí.
Latir
sin ningún final,
al tempo, tu compás,
como el instante.
Y a tu susurro escuchar
que es tu vida quien me toca.

ÚNICO

Aprecié bellezas esculturales,
rígidas estatuas de frágiles cristales
talladas como piedras, todas iguales.
Tus labios, en cambio, me acarician.

Escuché discursos intelectuales
de maestros que imparten buenos modales
porque saben, no aprenden, todos banales.
Tus historias, en cambio, me fascinan.

Contemplé a poderosos con grandes caudales
vendiendo su alma por cosas mortales.
Se creen que son dioses y son animales.
Tus ofrendas, en cambio, me subliman.

Te escogí.
A ti.

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