sábado, 19 de enero de 2008

Mitología

ARACNE

Necia Aracnea.
Bordadora de mil gracias,
tu talento te envenena.

Con soberbio señorío,
la Tejedora se jacta
mientras hábilmente hila,
y la verdad la zarandea.

Pues está retando a Atenea,
torpe y díscola pupila.
Con la regia Diosa pacta
un tapiz, un desafío.

Hoy su arte es su condena.
En su red vuela acrobacias
como triste viuda negra.

CASANDRA

¡Ah, Casandra, la ingenua princesa!
Apolo no regala, corteja.
El dios caprichoso te embelesa
mientras en su oscuro anhelo ceja.

Tú codiciaste su miel de abeja,
olvidando su tortuoso aguijón.
Así descuidaste tu promesa,
y hoy tu don es una gran maldición.

Ignorar tu profecía añeja
es para Príamo la destrucción.
Frente Atena, Áyax carnal te veja,
y tu pena es ver arder Ilión.

PERSÉFONE

Yo era frágil flor de un día,
tenue pétalo de seda.
Don marchito de agonía,
cuya esencia en halo queda.
Mas gritó mi compañía:
"Corre, huye mientras puedas"

Y apareciste tú.
La opaca luz.

Me atrajiste a tu vereda,
pues tu alba era fría.
En tu hiedra enredadera
me tomaste y prometías:
"Con mi dulce manto heredas
mi tortuosa travesía"

Me llevaste a la Tierra
donde el recuerdo hiberna
cuando toda alma quiebra
y deambula siempre eterna.

Yo te amo, y aún me dices,
por tus hondas cicatrices:

"Cree la Vida que te encierro
mi gran Doncella de Hierro"
Y yo prefiero ser tu Reina,
que de un torpe dios la sierva.

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